lunes, enero 29, 2007

Puede que olvide el doloroso placer de caminar en la noche persiguiendo tu nombre de la misma forma que he olvidado las noches que caminabas a mi lado. Puede que la nostalgia de otros nombres ilumine algún día la oscuridad en que te busco, puede que las horas que han de nacer consigan acabar con este vacío que tanto trabajo me cuesta preservar cada día. Entonces te habrás convertido en uno de esos objetos que se esconden en la casa y que sólo pueden encontrarse cuando no se buscan.